En el bestseller internacional Los secretos de la mente millonaria, T. Harv Eker sugiere a los lectores que inicien de inmediato su programa de libertad financiera dividiendo su liquidez, sea cual sea su cuantía, incluso un solo dólar, en cinco cuentas o huchas diferentes. Según Eker , esta distribución de la riqueza no es sólo un juego en el mundo físico, sino un principio espiritual, es demostrarnos a nosotros mismos y al mundo que somos capaces de manejar el dinero adecuadamente. El autor afirma que el hábito de manejar el dinero cuenta más que la cantidad de dinero en sí misma.

Comienza con una primera cuenta denominada CCLF (Cuenta Corriente de Libertad Financiera) en la que se deposita el 10% de la liquidez (a partir de un euro, diez céntimos), esta cuenta no se debe tocar NUNCA, para ninguna emergencia, y sólo está destinada a la inversión o a la creación de ingresos pasivos, cuando te jubiles podrás disfrutar de los ingresos de esta cuenta, pero sin tocarla. Entoncesrespetando la ley del equilibrio, tienes que pagar el 10% (otros diez céntimos de nuestro euro) en la Cuenta de Ocio porque la nuestra es una naturaleza holística y no tenemos garantías de triunfar en el futuro si sólo nos centramos en la lógica y la responsabilidad, tenemos que darnos una vuelta por el mundo lúdico. Este dinero, una vez acumulado en una cantidad adecuada, debe gastarse en hacer cosas realmente especiales (una comida en un restaurante, un masaje en un balneario, algo extravagante que entrene la capacidad de hacer divertida la gestión financiera). Las otras partidas son una cuenta de ahorro a largo plazo para gastos imprevistos, a la que se destina el 10%, una cuenta de formación personal, otro 10% (para libros, cursos, seminarios, conferencias, suscripciones), una cuenta para Donaciones, que sigue siendo del 10% y una cuenta para Necesidades, en la que se ingresará el 50%.. Por último, la Hucha de la Libertad Financiera (LF) en la que siempre metes dinero, cualquier cantidad, incluso uno o dos céntimos si ese día no tienes más. La hucha LF pretende consolidar el hábito de adquirir autonomía financiera. Cinco cuentas, o cinco carteras, y una hucha para crear una mente que sepa manejar el dinero y le encante hacerlo.

Hacia el final del libro, Eker relata uno de los pasos clave de su metamorfosis de pobre a rico.
«Cuando estaba arruinado en mi juventud, tuve la suerte de recibir algunos consejos de un amigo multimillonario que se apiadó de mi desgracia. Todavía recuerdo lo que me dijo: ‘Harv, si no tienes tanto éxito como te gustaría, significa que hay algo que no sabes’. Afortunadamente, me tomé su sugerencia al pie de la letra. Y de ‘el que todo lo sabe’ pasé a ser ‘el que todo lo aprende’. Desde ese momento mi vida cambió…».

El hilo conductor del libro es precisamente el concepto de cambio de mentalidad. Hay algo que no sabemos si tenemos dificultades económicas y, sin juzgarnos sino por pura conveniencia, se nos invita a crecer en todos los ámbitos de la vida y a tomar nuevas decisiones. A partir de un euro.

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